Bienvenidos a la página de los Equipos del Rosario internacionales
Los Equipos del Rosario, un movimiento mariano y misionero de la Iglesia, fueron fundados en el año 1955 por el Padre Joseph Eyquem, un dominico del convento de Toulouse en Francia. El deseo del padre Eyquem era «ayudar a los hombres a vivir como cristianos» y llegar particularmente a aquellos que estaban lejos de la Iglesia.
El Movimiento no propone la oración de rosarios enteros, sino que utiliza la oración del Rosario de una manera muy especial: un solo Misterio meditado juntos cada mes, un solo Misterio meditado todos los días. Ese «poco» de oración permite a las personas alejadas de la Iglesia mantenerse fieles.
En colaboración con Colette Couvreur, el padre Joseph Eyquem organiza los equipos en 1965 de acuerdo con el modelo que se vive hoy en Francia y en el mundo con dos tiempos de oración bien definidos:
Fundamentos del Movimiento
El tiempo del encuentro mensual juntos
Se lleva a cabo en las casas de los miembros de los Equipos donde cada uno puede invitar a vecinos, amigos o personas del vecindario. «Sé aquella que en mi casa recibe» dicen los que acogen al comienzo de la reunión, diciendo la Oración del Padre Eyquem a la Virgen.
El encuentro de oración se basa en el folleto mensual «El Rosario del equipo» publicado por el Movimiento. Es una verdadera celebración de la fe con un tiempo de bienvenida, de oración al Espíritu Santo, de invocación a María, de lectura de la Palabra de Dios seguida por una reflexión sobre esta Palabra con un tiempo de compartir, de oración de alabanza e intercesión y de envío a la misión. Mes tras mes, estos encuentros e intercambios permiten el desarrollo de un camino de fe y de una vida fraterna.
El tiempo de la oración personal diaria
Un Librito de oración diaria propone el Misterio que se tiene que meditar durante ese día en relación con los demás miembros del mundo entero. En el Equipo, cada miembro recibe un número que corresponde a un Misterio que meditar. Este Misterio es diferente cada día.
Se crea una verdadera «cadena de oración» misionera, tejiendo vínculos entre los miembros. La oración diaria de todos los miembros permite que se mediten rosarios enteros cada día en el mundo.
«Aprender a conocer los Equipos del Rosario es descubrir que una propuesta sencilla y eficaz existe frente a las cuestiones que plantean los desafíos de la nueva Evangelización. Alentar los Equipos del Rosario es permitir que los laicos se vuelvan actores del Anuncio de la Buena Noticia, en el corazón de la Iglesia.
Los Equipos del Rosario son un regalo del Espíritu para nuestro tiempo.»